No es el idioma de la        realidad;
              se trata del intérprete.
              Los datos están bien;
              la materia no existe;       
              sólo hay una condensación        de la energía;
              por un momento se detiene        a rueda del carruaje
              y otra vez de repente
              el sonido infinito de la        energía circular,
              nuevamente el camino
              mientras la inmóvil figura        del intérprete
              permanece perpleja.
              ¿Qué es la luz?
              ¿Energía, materia;
              golpea como una ola
              o en lluvia de corpúsculos
              cae sobre el tejado del        universo?
              ¿Es sólo un movimiento,
              el pliegue de un tejido        sobre un brazo magnífico?
              En su infinita variedad        hablamos del rojo y el violeta;
              asomamos apenas a la        multiplicada riqueza.
              Lo comprendo.
              No es el idioma.
              Se trata del intérprete.
              Pero no pienses, realidad,        que los sonidos infantiles,
              el balbuceante lenguaje        que bosqueja tu rostro,
              seguirán siempre siendo un        idioma de niños.
              Tu soberana presencia        continúa cantando.
              Pegamos el oído a la        garganta.
              ¿Podremos expresar,        realidad, tu opulencia?
              Si existiera el ángel del        lenguaje
              lucharíamos con él hasta        el alba.
              Acaso lograríamos una        incierta victoria,
              Tal vez rozar las plumas        de sus radiantes alas.
              Quiero tu bendición.        Pretendo 
              conocer las palabras
              que hacen surgir de pronto        la verdad,
              las sílabas, las frases        que reluzcan
              símbolo y contenido,
              cáscara tan perfecta como        el fruto,
              ropaje que a la vez sea        espíritu y cuerpo.
              Si existiera el ángel del        lenguaje.
              Lo comprendo.
              No es el idioma.
              Se trata del intérprete.
Hoy recordamos al profesor Luis Fernando Lamberg, escritor chileno - venezolano quien falleció el pasado 20 de febrero. Ganador, entre otros, del Premio Municipal de Poesía de Santiago  (Chile, 1966), Premio Casa de las Américas 1973 por su poemario Señores y  señoras y del Premio Municipal de Teatro Fundarte (Venezuela, 2000). Nació el en Valparaíso, Chile, 7 de junio de 1928.
Links de interés:
http://fernandolamberg.blogspot.com/

 
 
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