lunes, 2 de mayo de 2011

El hábito de la lectura, para que crezcan los hijos

Por: Ignacio Espinoza Godoy 

PADRES E HIJOS
Uno de los mejores hábitos que podemos y debemos inculcarles a los hijos es, sin duda, la lectura, porque esta se convertirá en una de las mejores herramientas para que crezcan en su nivel de conocimientos y, por ende, ampliará su horizonte en la vida al tener acceso a un caudal de información al que sólo se accede a través de los libros.

Por ello, amable lector, es indispensable adentrar a los hijos en el mágico mundo de la lectura desde que son bebés, poniéndoles a su alcance libros con grandes y llamativas ilustraciones realizadas especialmente para su edad.

Con el paso del tiempo, comprobará que el pequeño no dejará de buscar esos objetos llamados libros y que tanto atraen su atención luego de escuchar la lectura de voz de sus padres.

Por experiencia personal, los hijos –al menos cuando son pequeños- tienen y sienten una gran curiosidad por conocer el contenido de los libros que llegan a sus manos, sobre todo si se trata de aventuras de dibujos animados y de sus personajes favoritos de películas, por lo que este puede ser un excelente “gancho” para adentrarlos en el hábito de la lectura, que tanta falta les hace a muchos estudiantes, sobre todo cuando observamos las terribles faltas de ortografía en sus cuadernos y libros.

Aprovechemos la curiosidad que despierta en ellos cualquier libro que llega a sus manos.

Podemos leerles el contenido si aún no aprenden a descifrar lo que para ellos es como un rompecabezas de palabras difícil de armar; además, si se hace apropiadamente, poniendo énfasis a cada una de las expresiones, seguramente les llamará más la atención la lectura que ellos escojan para que usted la represente como si fuera parte de la historia escrita.

Si, por el contrario, ignoramos el gran “apetito” que tienen nuestros vástagos por conocer el gran acervo cultural que les ofrecen los libros y, aun más, los hacemos a un lado, desdeñando su interés por enriquecer su mundo, los estaremos condenando a perder cualquier motivación por la lectura y, de paso, les estaremos privando de uno de los más grandes placeres que entraña el conocimiento a través de los libros.

Además, no hay que perder de vista que por el hecho de compartir todos los días ese mágico momento, aunque sea un pequeño cuento o historia, se formará un lazo muy especial entre padres e hijos, pues seguramente los pequeños esperarán con ansiedad la hora en que se sentarán a la mesa, o en la cama, la sala, para escuchar los relatos que los transportan a una dimensión a la que sólo se puede llegar a través de la imaginación infantil, la cual no tiene límites.

También deberemos tener en cuenta las recomendaciones de los especialistas, quienes señalan que los padres de niños que todavía no saben leer deben repasar una y otra vez lo que sus hijos les piden, por lo que no deben limitar sus gustos, de tal forma que a los pequeños se les lea lo que realmente les interesa, sin importar los temas de que se traten los libros que les llaman la atención.

En cuanto a los beneficios que implica la lectura de un libro para los niños, son de un valor inmenso y para toda la vida.

El contenido del material impreso atrae al niño a querer leer, a saber más de lo que ve, a incursionar en el mundo del arte, del dibujo y de la imagen a través de las ilustraciones.
Eso sin contar que, según los especialistas, además, incrementa su habilidad de escuchar, en tanto que, al mismo tiempo, desarrolla su sentido crítico, aumenta la variedad de experiencias, y crea alternativas de diversión y placer para él.

Otro de los beneficios consiste en que el niño aprende a convertir fácilmente las palabras en ideas, imagina lo que no ha visto y se adentra en la situación emocional del personaje, experimentando sensaciones como el peligro, el misterio.

También, no debemos pasar por alto que el niño se divierte o llora a través de los libros.
Aparte de esto, el pequeño conoce valores y hábitos de los que se apropia para ponerlos en práctica en su vida cotidiana. Por ejemplo, con Peter Pan, aprende que es positivo ser un niño bueno y amigo.

Por ello, estimado lector, si usted es padre de familia, seguramente sabe que la lectura es uno de los mejores hábitos que podemos legarles a los hijos, pues su práctica constante, aparte de que les ayudará a escribir correctamente, les servirá para relacionarse mejor socialmente, con lo que crecerán en muchos aspectos, para el bien de la sociedad, que nos reclama la formación de ciudadanos comprometidos con el entorno que les rodea.

Fuente: www.elsiglodedurango.com.mx

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