jueves, 15 de julio de 2010

Bolaños: entre la realidad y la ficción



Roberto Bolaño Ávalos, nació en chile un  28 de abril de 1953. Sus padres un transportista y una profesora. Durante su infancia trabajó vendiendo boletos de transporte. En la escuela  presentó problemas de dislexia. Su familia se va a vivir en México cuando Roberto tenía 13 años. En este país despertó bolaño su interés por la literatura, decidiendo a temprana edad que quería ser escritor.
Antes de los 20 años Roberto trabajó como articulista en diferentes medios.  Las políticas socialistas de Salvador Allende lo sedujeron y fue el motivo de su regreso a Chile en 1973. A los pocos meses, el golpe de estado orquestado contra Allende y su muerte hizo que se uniera a grupos revolucionarios trokistas.
La dictadura lo llevó a la cárcel. Sin embargo, la suerte estuvo de su lado. Se encontró con dos ex compañeros de colegio policías que lo liberaron a los 8 días de haber sido apresado. Más tarde esta vivencia se transformaría en el cuento “Detectives”, publicado en Llamadas telefónicas.

Al poco tiempo regresa a México y se dedica a la literatura. Funda junto a otros amigos poetas el movimiento infrarealismo y publica sus primeras obras. Desde el movimiento se opone Bolaño a las figuras de la poesía mexicana como Octavio Paz. Fue una época de gran hastío para Roberto, quien sigue como nómada literario en El Salvador, donde conoce al poeta Roque Dalton. 

Posteriormente se va a trabajar a Europa (España, Francia, entre otros países). Eran tiempos de gran dificultad económica para Bolaño. Trabajó como lavaplatos, basurero, vigilante, camarero, etc. Experiencias que Roberto convertiría en materia prima de sus posteriores obras.
A principios de la década de los 80 Bolaño consigue mantenerse, humildemente, participando en concursos literarios. En 1984 obtiene el premio Ámbito Literario por su primera novela “Consejo de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce”. Este mismo año recibió el Premio Félix Urabayen. Así el interés poético de Roberto Bolaño va haciendo espacio para la narrativa.
Tras un diagnóstico médico de enfermedad hepática inicia una fructífera producción literaria. Se obsesiona con multiplicar sus obras. Entre ellas, destacan: La pista de hielo (1993), La literatura nazi en América (1996), Estrella distante (1996). En 1997 publica la compilación de cuentos Llamadas telefónicas, y se ganó el premio Municipal de Santiago de Chile, el más importante en su país. 






Bolaño continúa sus prolijas obras. En 1998, su obra Los detectives salvajes lo hace merecedor del premio Herralde de Novela. Un año más tarde esta misma obra ganaría el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos.


Bolaños visita su Chile natal tras 25 años, y escribe de esta experiencia Nocturno de Chile (2000). Su condición física se deteriora producto de la insuficiencia hepática, por lo que se incluye en una lista de espera para un trasplante de hígado. Inicia la novela 2666, consagrando lo que según sus palabras “lo que me queda de vida” obra que dejó inconclusa. 

Roberto Bolaño muere en el 14 de julio de 2003 (a las 20.00 hora chilena) 15 de julio en Barcelona, España. Un año después de su fallecimiento Anagrama publica su novela 2666. La obra de más de mil páginas centra su historia en el personaje alemán Von Archimboldi. 2666, recibe el Premio Salambó y es considerada la mejor obra de Bolaño.

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